Vocación misionera, un llamado a la santidad

Los Laicos Misioneros de la Consolata – LMC, en la Región Colombia, se reunieron para celebrar la XIX Asamblea nacional, el 1 y 2 de junio del 2024, en la Casa central de los Misioneros, en el barrio Modelia de Bogotá.

Germán Fernando Angulo Asprilla*.

Encuentro de una Familia Misionera

Un bello encuentro de familia misionera donde Sacerdotes, Hermanas y Laicos de distintos lugares en donde animamos, promovemos y vivimos la misión con el carisma y las enseñanzas del Beato José Allamano, proximo Santo de nuestra Iglesia. Contó con la participación de 41 misioneros: comunidades laicales de Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín, dos Hermanas misioneras, Angélica e Inés Granja y los Padres Oscar Medina, referente de los LMC, Claudio Brualdi y Venanzio Mwangi, Superior Regional. También participaron Laicos y sacerdotes de manera virtual.

El tema para este encuentro fue “Misión y Santidad”, bajo el lema, “Allamano nos invita a trabajar juntos: todos por uno y uno por todos”, con esta excusa, nos permitimos reflexionar acerca de la importancia de la misión en el camino de santidad. De cómo las distintas experiencias van probando el espíritu de las personas que se atreven a dar el sí para servir donde más se necesita, dejar a las familias y aventurarse a un mundo completamente nuevo donde nos confrontamos a nosotros mismos.

En el encuentro se compartieron diversas experiencias misioneras de compañeros con varios años de servicio, otras, de algunos que a penas están iniciando, y otros expresaron sus diversas inquietudes antes de dar el primer paso. Fue bonito escuchar como Dios llama a cada uno de distintas maneras y nos lleva por caminos insospechados porque ninguno planeó o imaginó ir a servir a los lugares donde fuimos destinados. Todos nos hemos enfrentado a grandes dificultades y encontrado en situaciones donde en algún momento no sabíamos qué hacer, pero todos coincidimos en que a pesar de que en muchas ocasiones creemos que no estamos hechos para lo que nos han encomendado, Dios nos va moldeando, nos conduce y nos dota de todo lo necesario para cumplir con la misión que él, a través de la Consolata, estableció para cada uno.

La presencia de los sacerdotes y hermanas como siempre, con su mensaje, nos permite fijar el rumbo para que nos planteemos metas alineadas con el carisma del Instituto. El P. Oscar Medina, miembro del concejo superior de la Región Colombia y encargado de acompañar y ser puente entre los laicos y el Instituto, nos ilustró acerca de las conclusiones del capítulo general: explicando cual es el nuevo rumbo del Instituto Misionero de la Consolata – IMC en sus dimensiones: espiritual, misionera y organizativa. Lo propio hicieron las Hermanas Misioneras de la Consolata. Ahora nos toca reflexionar sobre estos insumos y ver de qué manera continuamos viviendo un laicado que se ajuste a los lineamientos.

Llamados a la santidad

Uno de los temas centrales tuvo como exponente al P. Claudio Brualdi IMC con el tema “La Santidad de Allamano y el Laicado”. Nos contó sus inicios, cuando conoció por primera vez seminaristas y padres del Instituto Misionero de la Consolata, teniendo 20 años y cómo el carisma lo fue atrayendo, primero porque vio que el P. Fundador era diocesano y segundo por la vocación hacia la Consolata.

El padre Claudio nos recordó que en el primer grupo de Misioneros enviados para el África en 1901, el Beato José Allamano incluyó dos sacerdotes y dos laicos que cumplían el papel de acompañar y compartir sus conocimientos en artes y manualidades. Nos recordó además la propuesta del Papa Francisco de una Iglesia en sinodalidad, movida por el Espíritu Santo, en la cual los laicos somos grandes protagonistas.

Palabras del Superior Regional

El P. Venanzio Mwangi saludó a la Asamblea en nombre de todos los sacerdotes: resaltó la importancia que tienen estos espacios de encuentro, porque nos hacen volver a la raíz. Expresó que «el lema de esta asamblea nos llama a configurarnos en Cristo, porque la misión es fácil, pero la santidad nos invita a un trabajo mucho más fuerte y el Allamano nos invita a eso», a una santidad en comunidad, cómo familia misionera. Nos recuerda que el Beato José Allamano fundó el Instituto para la santificación de sus miembros y nos hace un llamado a re-hacernos la pregunta: ¿Qué significa ser hoy Laico Misionero de la Consolata?

Haciendo referencia a las palabras del Papa: «Una Iglesia en salida» quiere que meditemos el significado de esta frase. Él, como superior regional «Quisiera ver más Lucielas en la misión, embolatando la vida de los padres, pero haciendo el bien». Finalmente, nos convoca a prepararnos desde yá para el gran acontecimiento de la canonización del Beato José Allamano, anunciando la buena nueva desde nuestros barrios, parroquias y entornos de vida. La canonización llegará, esperamos, para el jubileo del IMC.

Conclusión

El domingo se realizaron los compromisos laicales de los nuevos miembros y la renovación de los que ya llevamos más tiempo. El equipo coordinador presentó el estado actual de la comunidad en lo organizativo y nos invitó a dar el sí renovado, ya que existen lugares que hoy necesitan del servicio laical. También se estableció que la próxima Asamblea nacional (2025) se realizará en Cali. Desde ya están todos invitados.

*Germán Fernando Angulo Asprilla, Laico misionero de la Consolata, en Calí – Colombia