Visitas misioneras extraordinarias

Fotos: Archivo IMC Brasil

Misioneros de la Consolata visitan los pueblos indígenas, en tiempos de pandemia, tomando precauciones y siguiendo los protocolos de seguridad e higiene.

Por Oscar Liofo e Jean-Claudie Beafutanga *

Desde siempre, nuestra misión junto a los pueblos indígenas de Roraima, en la Amazonia, se ha caracterizado por las visitas a comunidades, encuentro de formación integral, celebraciones de la palabra, eucaristía y acompañamiento espiritual, social, cultural etc. Las visitas misioneras extraordinarias las cuales nosotros reportamos en este artículo, se trata de lo que estamos realizando actualmente, en medio de la pandemia del Coronavirus, acompañamos a los indígenas más cercanos.

Es interesante subrayar que la llegada de esta pandemia del Covid-19, vino hacia nosotros, nos ha sacado de nuestras rutinas y continúa sacudiéndonos, así como al mundo entero. Sabemos que los científicos están buscando la vacuna contra este virus y también los medicamentos adecuados para el tratamiento, pero infelizmente hasta el momento, nada ha sucedido. Los médicos, los enfermeros los agentes de salud están en la línea de frente para combatirlo, que ya, lleva y continúa llevando a la muerte a muchas personas en el mundo, y en Brasil, como también en particular, nuestros pueblos indígenas.

Aumentos de casos

En el estado de Roraima, el números de infectados y muertos aumenta cada día. La situación continúa complicándose cada vez más, muchos incluso llegan a perder su trabajo, aún peor, para los que no tienen trabajo renumerado, la vida se tornó bien difícil. Una solución para algunos es esperar el auxilio de emergencia que el gobierno brasilero ha liberado. Por un lado, es posible correr el riesgo de contagiarse esperando en la fila de los bancos que no están protegidos, por otro lado, hay varias razones, varios lugares están contaminados, como el transporte público, por ejemplo. Como se puede ver y comprobar, el Coronavirus no deja de lado a los pueblos indígenas, pues ya fueron registrados muchos muertos y también varios casos confirmados.

Nosotros, los misioneros de la Consolata que actualmente trabajamos en la misión Camará, región bajo Cotingo, tierra indígena Raposa Sierra del Sol; nosotros estamos en la capital de Boa Vista, desde finales del mes de marzo. Pero, siempre procuramos mantener contacto con las personas de las comunidades para poder acompañarlos, sobre todo para actualizarnos mejor, donde podamos tener acceso a internet. Se ha creado un grupo de WhatsApp para comunicarnos con las personas de las comunidades, que pueden informar a otros, actualizando los avances y el combate con el Coronavirus en las tierras indígenas en general y en la región del Cajo Cotingo en particular. Después de pasar algún tiempo en Boa Vista, ya hemos ido a visitar algunas comunidades donde encontramos personas con casos confirmados y aquellos que están recuperándose del virus, así como aquellos que sentían síntomas muy similares, pero no tenían acceso a la prueba.

Estas visitas tuvieron lugar en junio y también a principios de julio. Queremos señalar que fueron acompañadas por la donación de cestas de alimentos básicos, máscaras,  alcohol en gel y productos higiénicos ofrecidos por la diócesis de Roraima a través del proyecto Misereor de Alemania.

Tomamos todos los cuidados y respetamos todas las precauciones guiadas por la Organización Mundial de la Salud; evitamos la aglomeración, el uso de máscaras, el distanciamiento social para no favorecer el posible contagio tanto por nuestra parte como por las personas visitadas. Fueron visitas extraordinarias y también fueron diferentes de las otras que solíamos hacer antes de que comenzara la pandemia. Normalmente, los misioneros, tardaban de dos a siete días en una comunidad para conocer las diferentes realidades que pasan los miembros del lugar. Pero nuestras visitas durante esta época de pandemia fueron muy diferentes; porque en un día viajamos alrededor de 15 comunidades en la región de Bajo Cotingo. También es interesante ver que esta vez, las visitas fueron sin una canción de acogida, sin abrir la puerta, sin apretón de manos, manteniendo el distanciamiento y siempre usando máscara de protección.

Recuperación

Conversando con algunos miembros de las comunidades, uno se da cuenta de que el virus ha atacado a varias personas. Los puestos no tienen pruebas para todos y tampoco tienen medicinas. Nuestra misión de Bajo Cotingo, ya ha registrado más o menos cinco muertes hasta ahora. Algunos ya han tenido problemas respiratorios y también varias personas con síntomas. Pero lo que es sorprendente es que los pueblos indígenas, al percibir la falta de medicina para atender a los hermanos enfermos de las comunidades, han recurrido a la sabiduría de los ancianos haciendo medicina natural (té de diversas hierbas) lo que está teniendo un efecto positivo para la recuperación de los miembros contaminados. Esto está ayudando mucho y creemos que, si no fuese por esa reanudación de la medicina natural, registraríamos muchas muertes en nuestra región, así como. en otras tierras indígenas. Esta reanudación de la medicina natural nos ha dado la oportunidad de esperanza y alivio en nuestras visitas, observando que nuestro pueblo no queda solo esperando las soluciones de las ciudades, sino que toman la iniciativa para protegerse y cuidarse con los recursos que tienen.

Finalmente, las visitas fueron muy buenas y nos dieron la alegría de conocer a la gente de nuevo. Seguimos cuidándonos mutuamente, pero sin olvidar a los hermanos que más nos necesitan, porque es tiempo de cuidar, tiempo de amar y tiempo de ser solidarios. Como dice el lema del pueblo Macuxi: “la lucha continúa, venceremos juntos”.

* Oscar Liofo e Jean-Claudie Beafutanga, IMC, son misioneros en el territorio indígena de Raposa Serra do Sol, Bajo Cotingo, Roraima.

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