
En Villa Niza, uno de los once barrios de la Comuna Santa Cruz (2), de la ciudad de Medellín, en la Parroquia de la Transfiguración, un grupo de 16 jóvenes universitarios y profesionales, provenientes de diferentes partes de Colombia, acompañados por el P. Salvador Medina, misionero de la Consolata, vivieron, junto con el P. Ernesto Estrada, Párroco desde hace siete años y su comunidad de fe, una semana misionera en torno al tema “La familia, creación de Dios”, en el marco del espíritu del Octubre misionero, del 19 al 24.
P. Salvador Medina IMC
Espíritu arquidiocesano
“Haremos un esfuerzo por comprometernos todos con este Año de San José y de la Familia como una ocasión providencial para fortalecer la fe, para generar solidaridad, para sembrar esperanza y para relanzar la vida parroquial dentro de las circunstancias que ha traído a la sociedad y a la Iglesia la pandemia del Covid-19.
Dentro de este Año, como en los años anteriores, tendrá una especial importancia el mes de Octubre, “Mes Misionero”, que, como ya se había establecido, se centrará especialmente en la familia y buscará llevar la buena noticia del amor conyugal y familiar a todos los hogares de nuestras parroquias” (Documento programático, arquidiocesano).

Organización parroquial
La Parroquia de la Transfiguración, con su templo enclavado en la ladera, haciendo paisaje con las casas, las calles, los senderos peatonales y las escaleras de apoyo con sus barandas pintadas de amarillo, abrió las puertas de la casa parroquial para recibir los misioneros/as a la llegada y distribuirlos luego por todo el barrio, en una celebración eucarística de acogida y envío, a las casas de familia, donde recibirían dormida y alimentación.
El Párroco, P. Ernesto Estrada, acogió la oferta de los misioeros como un regalo de Dios, según dijo, “Él le da a cada uno lo que le tiene guardado, en el momento oportuno”. Fue manifiesta la alegría de los miembros del Consejo de Pastoral parroquial, de las ministras de la Eucaristía, los catequistas, los acólitos y la comunidad en general. El grupo de misioneros/as pudo experimentar la alegría y la fe, dentro de la sencillez, de la hospitalidad paisa.
Los Objetivos, manifestados de antemano y ratificados en el primer encuentro, se pueden sintetizar en tres:
- Atraer a la gente a la vida y realidad parroquial, trascendiendo el confort de la casa. Reanimar a las personas para la experiencia religiosa del encuentro, debilitada por la pandemia causada por la COVID 19.
- Recuperar las “casas de oración”, germen de “pequeñas comunidades eclesiales”. Antes de la pandemia funcionaban 17, ahora permanecen tres. La gente se dispersó.
- Animar los niños, los jóvenes, las familias y los enfermos, a través de visitas, asambleas, encuentros y otras iniciativas, para vivir la Misión de Dios en la Parroquia y abrir el horizonte de la catolicidad, más allá de las fronteras personales, familiares, parroquiales y nacionales.
Recursos
- El Párroco con el Consejo de Pastoral y los agentes de evangelización; un grupo de16 Laicos “Profesionales y Universitarios en misión”, de los Misioneros de la Consolata.
- Material arquidiocesano, ofrecido en una carpeta con el tema “somos misioneros en la familia”, con un afiche del Corazón de Jesús, para entronizarlo en la casa, y cinco folletos relacionados con San José, la familia, algunas familias santas, la lectura orante de la Palabra, el Santo Rosario y una guía con los Centros de Pastoral familiar de la Arquidiócesis.
- Proyecto Educativo “otro mudo posible”, de los Misioneros de la Consolata, que propone la catolicidad o universalidad de la misión de Dios confiada a Jesús, el “enviado del Padre” y a la Iglesia congregada y guiada por el Espíritu, el Otro Consolador.
- Los Colegios, Santa Teresita (tres cursos de Décimo), acompañado por las Hermanas Salesianas y la sede Villa Niza de la Institución Educativa Villa del Socorro, los hogares infantiles, las guarderías y otras organizaciones presentes en el Barrio.
- Las calles, la cancha de deporte, las casas, el templo y los salones parroquiales.

Estrategias
- Preparación arquidiocesana, animada por cuatro videos publicados en el YouTube de la Arquidiócesis:
1) El llamado a evangelizar: https://www.youtube.com/watch?v=twTPN1qjshI;
2) La Familia y la evangelización: https://www.youtube.com/watch?v=PhJfWCCNchM
3) Cristo, centro de la evangelización: https://www.youtube.com/watch?v=Lwq3-vy87Y8
4) Contenido de la Capeta, soy misionero: https://www.youtube.com/watch?v=CSETFYHkyDE&list=RDCMUC7xDciRdCc1qW74adZpGNfw&index=9 - Preparación parroquial:
1. Diálogo del Párroco con el Equipo de Animación Misionera de la Consolata.
2. Encuentro virtual entre el Párroco y su Consejo de Pastoral, con los jóvenes misioneros, universitarios y profesionales inscritos para la misión.
3. Adquisición del material arquidiocesano, suficiente para el desarrollo de la misión en la parroquia y socialización del mismo con los Misioneros de la Consolata, para su inmediata preparación.
4. Distribución de los misioneros/as en el territorio parroquial: cada misionero/a viene asignado a una casa-familia (dormida y alimentación), punto de referencia para la misión en la calle de vecinos y posible sede de una “casa de oración”, que seguirá por el Párroco, el cual visitó cada una durante la misión, y alguien del Consejo de Pastoral.

Ejecución de la misión
Dos fueron los componentes básicos de la misión: la formación de los misioneros, a la cual se dedicaron casi todas las mañanas, y la realización práctica de la misión, mediane recorridos testimoniales por el barrio, visitas familiares y a los enfermos, encuentros o asambleas en las “casitas de oración”, actividades de animación y evangelización en las calles, las instituciones educativas, recreación en la cancha y en las calles, celebraciones en el templo, etc. Toda la vida involucrada en la misión.
Evaluación de la misión
Al final de la semana misionera se tuvo una evaluación personal y grupal, tanto del proceso formativo vivido, como de las actividades misioneras realizadas. Se concluyó socializando la bitácora personal que cada misionero/a fue construyendo a lo largo de la semana y juntando elementos para un informe final, presentado al Párroco, quien lo socializaría con su Consejo de Pastoral.
Un almuerzo, ofrecido por la Parroquia y compartido por todos, encerró esta semana guiada e iluminada por el Paráclito, quien condujo los misioneros/as desde la elección del lugar hasta la ejecución de la misión. A Él el avivamiento de esa semilla misionera que todos gritaban: “La misión está…! En el corazón!”.
* Salvador Medina, misionero de la Consolata en Colombia