Un faro de esperanza para personas en situación de calle

Estudiantes de Villa Soldatti en el Refugio de Montaña. Fotos: Donald Mwenesa

Los Misioneros de la Consolata en Argentina y su acompañamiento a los Hogares de Cristo, Villa Soldati. En el corazón de Villa Soldati, Buenos Aires, Argentina se encuentra un lugar de esperanza para aquellos que necesitan salir de las garras del consumo y desean rehacer sus vidas.

Por Celina Atencio y Donald Mwenesa *

Los Hogares de Cristo son refugios donde las personas en situación de calle encuentran un ambiente seguro en el que pueden comenzar a sanar sus heridas y reconstruir su autoestima.

Un proyecto misionero que nace de la vocación y el compromiso

El 80% de la población de América latina y el Caribe vive en áreas urbanas, según la última medición del Programa Objetivos de Desarrollo Sostenible (CEPAL, 2023) y más de 100 millones de personas aún viven en condiciones asentamientos donde no es posible la existencia digna. Los Misioneros de la Consolata en Argentina, viven con mucha vitalidad esta opción misionera, como lo expresaban en la XI Conferencia Regional realizada el pasado mes de mayo cuando afirmaron “Queremos seguir habitando espacios que nadie quiere habitar, lugares con inestabilidad social, robos, violencia, drogadicción, desesperanza.”

La iniciativa de la pastoral villera surge de un diálogo con mons. Gustavo Carrara, el primer cura villero promovido a obispo por el Papa Francisco, quien le ofrece a padre Mauricio Guevara misionero en Argentina, un lugar para que los jóvenes misioneros puedan tener una visión concreta de una pastoral urbana en la periferia. Así se envían los dos primeros seminaristas para vivir esta experiencia, Gonzalo Muñoz a la Parroquia San Francisco de Asis donde existe el hogar para mujeres y Facundo Sánchez a la Parroquia Virgen Inmaculada donde tienen un hogar para jóvenes y hombres.

Movidos por del profundo compromiso los sacerdotes consolatinos padre Jean Paul Katalya y padre Donald Mwenesa, se abrieron al trabajo en la villa, creando espacios de encuentro y apoyo para la comunidad.

Los Hogares de Cristo, son centros de recuperación de adicciones, y nacen un Jueves Santo del 2008, cuando el “Cardenal Bergoglio” hoy, Papa Francisco, realizó un lavatorio de pies en la Villa 21-24. Actualmente hay cerca de 200 centros llevados adelante por los sacerdotes diocesanos conocidos como los curas villeros y gran número de colaboradores.

Padre Guillerno Pinillas, misionero de la Consolata, acompaña a jóvenes recuperados en el reparto de cenas solidarias, es un servicio que los chicos del Hogar de Cristo. “Son espacios de escucha y compañía – cuenta padre Guillermo – al acompañarlos se aprende de las personas que están con el deseo de salir de ese mundo y tener una vida nueva, cuando manifiestan este pedido de ayuda los acercamos a los hogares”. Para los misioneros este espacio representa no solo apoyo y acompañamiento en un contexto social complejo, es además un espacio de trasformación mutua.

Programa de Radio Sembradores de Esperanza
Refugio para Claudia

Claudia es una de las tantas personas que han encontrado cobijo y apoyo en los Hogares de Cristo, cuenta en una entrevista realizada por padre Donald Mwenesa en el programa Sembradores de Esperanza de la Radio FM Soldati. Elle cuenta que llegó al Hogar hace seis años en un momento de profunda vulnerabilidad y desesperanza. “Vivía en la calle con mi hijo y consumía”.

El equipo del Hogar la recibió con calidez y comprensión, brindándole no solo techo y comida, sino también la contención emocional y el apoyo profesional que necesitaba para comenzar a reconstruir su vida. “Hoy estoy buscando constantemente el equilibrio, sigo con tratamiento ambulatorio, aferrada al hogar” afirma decidida. El tratamiento ambulatorio que Claudia recibe en el Hogar ha sido y es fundamental en su proceso de recuperación. “El Hogar es mi familia, es mi casa es un lugar donde no me etiquetan ni me juzgan”. Claudia también ha participado de formaciones que le han permitido adquirir nuevas habilidades pudiendo alquilar una casa por sus propios medios para vivir con sus tres hijos.

Las tres “c”de la muerte y las tres “c” de la vida

La labor de los Hogares de Cristo en las comunidades urbanas impulsa una transformación social que va más allá de la asistencia básica. En lugar de enfocarse únicamente en la contención de las necesidades inmediatas, la organización ha adoptado un enfoque proactivo, un cambio de paradigma, reemplazando Las tres “C” que llevan al a la muerte – Calle, Cementerio, Cárcel- por otras tres que representan una estructura de oportunidades para la transformación: Capilla – Club – Colegio.

Un encuentro entre Mendoza y Villa Soldati

Un hermoso lazo de amistad une hace más de tres años, al Colegio Parroquial de Villa Soldati, Vigen Inmaculada con el Colegio Nuestra Señora de la Consolata IMC Mendoza, fraternidad que no solo se nutre de valores compartidos, sino que se fortalece a través de experiencias concretas que unen a sus protagonistas.

Un ejemplo inspirador de este vínculo es el viaje de estudios de los jóvenes de Villa Soldati a Mendoza, donde son recibidos en el refugio de montaña de los Misioneros de la Consolata en Argentina y el encuentro inter escolar con los estudiantes del Colegio Nuestra Señora de la Consolata, que agregan dos “C” a esta aventura de vida: Consolata y pedagogía del Cuidado.

* Celina Atencio es profesora en Mendoza. Padre Donald Mwenesa, IMC. Equipo Comunicaciones IMC Argentina.

Contenido relacionado