“En la Amazonia es posible desarrollar relaciones interculturales donde la diversidad no significa amenaza, no justifica jerarquías de poder de unos sobre otros, sino dialogo desde visiones culturales diferentes, de celebración, de interrelación y de reavivamiento de la esperanza” (QA 38)
Nosotros misioneros y misioneras de la Consolata (IMC-MC-LMC) reunidos, los días 1 al 05 de febrero de 2022, en el Centro Pastoral La Consolata del Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo Solano (Putumayo, Colombia) vivimos momentos fuertes de comunión y fraternidad como familia unida por el mismo carisma y comprometida con la Amazonía y sus pueblos. Disfrutamos de la cálida acogida de nuestros hermanos y hermanas, y Mons. Joaquín Humberto Pinzón en la sede del Vicariato.
Fieles a nuestro carisma de la misión ad gentes, buscamos en conjunto cualificar nuestras presencias en estos territorios, compartir nuestros sueños y oportunidades ante los grandes desafíos de la situación actual.
Durante la programación a la luz de la Palabra de Dios, del Sínodo para la Amazonía y de la realidad de los pueblos que habitan este territorio, hicimos memoria de los encuentros anteriores, en especial el de Manaos (2018), recibimos iluminaciones de los documentos de la Iglesia y del camino de más de 70 años de presencia IMC-MC en la Amazonía, compartimos nuestras experiencias vividas con los diversos pueblos que acompañamos, escuchamos los campesinos, los jóvenes indígenas y celebramos con los afrodescendientes y la comunidad local en el Día de la Vida Consagrada. Bajando por el rio Putumayo visitamos la comunidad indígena Murui de Puerto Refugio para conocer su plan de vida, celebrar la Eucaristía y realizar un momento sagrado de diálogo. Además, escuchamos la presentación del libro “Dialogo: Presencia evangelizadora y consoladora”, escrito por la Hna. Mary Agnes Njeri Mwangi, MC, el cual ofrece una metodología misionera de diálogo con los pueblos Yanomami en la misión Catrimani.
Al final de los trabajos compartimos las siguientes luces e inspiraciones:
1. Nos comprometemos a caminar en sintonía con el Sínodo para la Amazonía (2019) que generó un proceso de escucha, reflexión y decisiones sobre nuevos caminos de evangelización teniendo presente una ecología integral. La consolidación de la Red Eclesial para la Amazonía (REPAM), la creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA), la realización de la Asamblea Eclesial de América Latina y del Caribe y el Sínodo sobre la Sinodalidad son novedades que nos desafían a repensar nuestras prácticas misioneras en espíritu de continentalidad tejiendo redes en la inter-institucionalidad, inter-congregacionalidad, en una dinámica de itinerancia inter eclesial más allá de las fronteras sin descuidar la inserción y permanencia entre los pueblos originarios.
2. Nos alegramos y apoyamos la creación del Centro Amazónico de Pensamiento Intercultural (CAPI) presentado en el encuentro por el Vicariato de Puerto Leguízamo Solano, fruto de un proceso de reflexión y discernimiento. Es una iniciativa para fomentar la reflexión, la formación y la organización de las distintas experiencias misioneras que se van tejiendo con las comunidades y los diferentes pueblos que hacen parte de este territorio. Además, es una oportunidad de seguir trabajando en proyectos inter eclesiales entre los tres Vicariatos de la región.
3. Juntamente con el CAPI apoyamos la creación de un Equipo Misionero Itinerante Tri-fronterizo para la cuenca del Putumayo (Colombia, Perú y Ecuador) con personal que ya trabaja en el Vicariato y la destinación de otros misioneros y misioneras incluyendo laicos.
4. Recibimos de las manos de Mons. Joaquín Pinzón esta propuesta del CAPI y del Equipo como una semilla y, en espíritu de Continentalidad, la llevamos a las direcciones de las circunscripciones IMC de Colombia, Brasil y Venezuela, al Consejo Continental IMC América y a la Dirección de la Región MC América para: estudiar, discernir y decidir sobre cómo apoyar concretamente esta iniciativa con personal, organización jurídica y aporte económico.
5. Para realizar un trabajo más consistente y amplio reafirmamos la necesidad de conectar el CAPI, con el Centro de Documentación Indígena (CDI) de Boa Vista y el Centro de Pastoral Indígena de Tucupita en Venezuela, así como otras iniciativas semejantes en la Amazonía.
6. Reconocemos la importancia de seguir invirtiendo en la formación de nuevos misioneros y misioneras para la Amazonia a partir del mismo contexto: cursos de inducción para los recién llegados al territorio, tiempos de experiencias de los estudiantes, formación de base como el noviciado en Manaos, y otras etapas como la del propedéutico en Florencia.
Nuestro método misionero profético se caracteriza por la presencia, el encuentro, el diálogo intercultural y el acompañamiento a los procesos. La misión en la Amazonía nos hace más fieles al carisma ad gentes y nos ayuda a revitalizar y superar los riesgos de la auto-referencialidad, sin olvidar nunca que la misión nace del encuentro con Cristo que “apunta para la Amazonía” (Pablo VI, 1972) y lleva a la Iglesia de la región a definir sus prioridades.
Que nuestro protectores, el Beato Fundador José Allamano y las Beatas Irene Stefani y Leonella Sgorbati, nos asistan en la misión.
Puerto Leguízamo, 5 de febrero de 2022
Los participantes del Encuentro