Somos una familia internacional e intercultural de consagrados para la misión “Ad Gentes”, o sea, por todo el mundo, en la comunión fraterna, en la profesión de los consejos evangélicos y teniendo a María Consolata como modelo y guía.
Nuestro método misionero, heredado del fundador, el Beato José Allamano, es la evangelización y la promoción humana. Este nos dejó como características:
• Hacer siempre la voluntad de Dios
• La Centralidad de Cristo (amor a la Eucaristía)
• Amor a la Iglesia y al Papa (comunión eclesial)
• Espíritu de Familia
• Dedicación al trabajo
• Devoción a Nuestra Señora de la Consolata
El Beato José Allamano fundó en vida dos congregaciones religiosas: El Instituto Misioneros de la Consolata (1901) y el Instituto de las Hermanas Misioneras de la Consolata (1910), ambos el día 29 de enero. Estamos unidos en la misma vocación “Ad Gentes”, bajo el lema: “Anunciarán mí gloria a las naciones” (Is. 66,19).
En las últimas décadas, inspirados en la espiritualidad, en el espíritu evangelizador del Fundador y testimonios misioneros de nuestra familia, nacieron comunidades de Laicos Misioneros de la Consolata (LMC) y de Jóvenes Misioneros de la Consolata (JMC), que se sienten llamados a la evangelización desde su estado de vida laical, asumen nuestro estilo de vida y espiritualidad, yendo por un tiempo determinado a un lugar de misión, después de un proceso de formación y preparación. También comparten el carisma, amigos y bienhechores de la Consolata.
En la actualidad los misioneros (padres y hermanos) llegan a casi 1000 y las hermanas misioneras se acercan a 600. Juntos estamos presentes en 33 países:
Europa: España, Inglaterra, Italia, Polonia y Portugal.
África: Sudáfrica, Angola, Costa de Marfil, Yibuti, Etiopía, Guinea Bissau, Liberia, Madagascar, Mozambique, Kenia, República Democrática del Congo, Tanzania, Uganda.
América: Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Perú y Venezuela.
Ásia: Kazajistán, Corea del Sur, Mongolia, Kirguistán y Taiwán (China).