San José Luis Sánchez del Rio, el nuevo patrono de los monaguillos (acólitos) en la arquidiócesis de Guadalajara, Jalisco, México
El sábado 04 de mayo se celebró el día diocesano de los monaguillos en el santuario de los mártires Guadalajara, una celebración que junto cientos de acólitos de toda la arquidiócesis de Guadalajara.
En la misa presidido por el monseñor Miguel Romano Gómez, Obispo auxiliar de Guadalajara se enfatizó en una forma dinámica de dialogo con algunos de los monaguillos sobre; la importancia de oración, consultar, meditar en la palabra de Dios, confesarse y conocer sobre las figuras bíblica y los santos.
El Cardenal José Francisco Robles Ortega, Obispo de Guadalajara, en su carta a los Monaguillos que se leyó durante la misa, agradeció el trabajo y el servicio de los acólitos en las celebraciones litúrgicas en la iglesia. También en la misma carta declaró que San José Luis Sánchez del Rio es el patrono de los monaguillos en la arquidiócesis de Guadalajara. Esto fue en la respuesta a la petición de los sacerdotes asesores de Monaguillos en la diócesis.
San José Luis Sánchez del Rio nació el 28 de marzo de 1913, en Sahuayo – Michoacán. A los 13 años fue aceptado por los Cristeros no como soldado activo sino como asistente. Por la noche, él dirigía el santo Rosario y animaba a la tropa a defender la fe.
El 5 de febrero de 1928, fue hecho prisionero en un combate cerca de Cotija. General Callista le hizo una propuesta de combatir a favor de gobierno, pero no aceptó y se mantuvo en su fe. El día 10 de febrero, a las 11:00 p.m. lo desollaron los pies con un cuchillo y lo hicieron caminar a golpes hasta el cementerio donde fue gritando “viva Cristo Rey a santa María de Guadalupe”. Llegando al panteón se puso de pie al borde de la propia fosa; los esbirros se abalanzaron sobre él y comenzaron a apuñalarlo mientras él seguía gritando “viva Cristo Rey a santa María de Guadalupe.” El capitán le disparo a la cabeza y cayó dentro de la tumba.
Fue beatificado el 20 de noviembre de 2005 por el papa Benedicto XVI y canonizado el 16 de octubre de 2016 por el papa Francisco. En su foto es presentado con una palma en una mano símbolo de martirio, una cruz en la otra y las plantas de los pies ensangrentadas.
Padre Irungu Mungai Patrick, IMC, misionero en Guadalajara, México