Beato José Allamano y la fiesta de la Consolata

El 20 de junio es la fiesta de la Consolata. Es la Fiesta patronal de los misioneros y las misioneras de la Consolata. Es importante notar que, la fiesta patronal es una celebración solemne dedicada a un santo patrono.

Por Lawrence Ssimbwa *

Normalmente, se realiza la fiesta patronal en una fecha específica del año para agradecerle al santo patrono o santa patrona por las bondades recibidas de Dios por intercesión de él o ella. Por eso, para los Misioneros de la Consolata, el 20 de junio de cada año es una fecha muy trascendental por ser la fiesta de la Virgen Consolata, su Patrona.

La celebración de la fiesta de la Consolata es una herencia recibida del Beato José Allamano. Él era ferviente devoto de la Consolata. La devoción a la Consolata también es un legado que los misioneros recibieron de su santo Fundador. Para el Beato José Allamano, la fiesta de la Consolata significa lo siguiente:

Nuestra fiesta

“Nuestra” es un adjetivo posesivo que dice con claridad la estrecha relación que hay entre los misioneros y misioneras y esta fiesta. Sobre ésto dice José Allamano: “Si celebramos con intensidad de amor todas las fiestas de la Virgen, con cuánta más razón ésta que es nuestra fiesta, y nos pertenece de modo particular” (Así los quiero, N. 159); la virgen Consolata es “especialmente nuestra y tenemos que estar felices de tenerla como Protectora, estar santamente orgullosos de que nuestro Instituto se llame de la Consolata” (Así los quiero, N. 158).

Fiesta de la Madre y Fundadora de los misioneros de la Consolata:

Normalmente una madre es la que da la vida y la que muestra el camino a seguir a sus hijos. La madre es el sostén del hogar y siempre da calor especial al mismo. En varias sociedades, el sostenimiento familiar depende absolutamente de la madre. En incontables ocasiones el Beato José Allamano se ha referido a la Consolata como Madre de los misioneros y misioneras.

Beato José Allamano

Por eso, los ha llamado la pupila de los ojos de la Consolata y obra viviente de Ella: “La Santísima Virgen, bajo este título, no es  acaso nuestra Madre y no somos nosotros sus hijos e hijas? Sí, nuestra Madre muy tierna, que nos ama como pupila de sus ojos, que pensó en nuestro Instituto, (…) siempre está lista para responder a nuestras necesidades. La verdadera Fundadora es María Santísima.” (Así los quiero, 157). Así que, la celebración de la fiesta de la Consolata es una ocasión propicia para rendir honor a la Madre y Fundadora de los Institutos misioneros fundados por el Beato José Allamano. 

Lo especial de la fiesta de la Consolata de 2024

Estaríamos exagerando si dijéramos que la fiesta de la Consolata de este año sea más valiosa de las que celebramos en años anteriores. Sin embargo algo especial sí tiene esta fiesta por los acontecimientos que mencionamos a continuación:

La fiesta en espera de la canonización de Beato José Allamano

Este año 2024 los Misioneros y Misioneras de la Consolata celebran su fiesta a la espera de la pronta canonización del Beato José Allamano tras el anuncio que hizo la Santa Sede sobre el milagro de la curación del indígena Sorino Yanomami atribuido al Beato José Allamano. Ahora solo falta esperar el anuncio del Santo Padre acerca de la fecha de la canonización. Esta fiesta de la Consolata de 2024 será diferente ya que, tal vez, sea la última que celebremos refiriendo a José Allamano como Beato.

Fiesta de la Consolata en el marco del año de oración

El papa Francisco declaró el 2024 como Año de la oración en preparación para el Jubileo del 2025. La razón del año de oración es “para vivir bien este acontecimiento de gracia y experimentar la fuerza de la esperanza de Dios” (Papa Francisco). ya que recibimos la noticia de la aprobación del milagro es probable que su canonización acontezca en el marco del año de la oración. Es interesante recordar que José Allamano fue maestro y ejemplo de oración; solía exhortar con frecuencia a los misioneros sobre la importancia de la oración, tanto en su vida personal como en el apostolado misionero: “Que cada una de nuestras acciones, espiritual o material, empiece en Dios y termine también en Él. Este es el espíritu que debe acompañarnos cada día y todos los días; sólo así nuestra vida será toda del Señor” (Así los quiero, N. 175). Es una gracia de Dios que el anuncio de la aprobación del milagro y tal vez la canonización se den en el mismo año de oración.

Conclusión

La Virgen Consolata es la que identifica la obra evangelizadora de los Misioneros y Misioneras en todo el mundo. La celebración de la fiesta de la Consolata es una oportunidad para agradecerle al Señor por el regalo del Beato José Allamano a la Iglesia universal y su devoción apasionada a la Consolata es la herencia que los misioneros recibieron de él para trasmitirla a los demás en las misiones.

* Padre Lawrence Ssimbwa, IMC, párroco de San Martin de Porres en Buenaventura, Colombia.

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