La primera semana de septiembre, la parroquia San Miguel Arcángel de Yuto, Jujuy en Argentina, fue el escenario de una importante capacitación en Prácticas Restaurativas destinada a catequistas y jóvenes estudiantes de nivel medio.
Por Celina Atencio y Diana Sosa *
Fueron 200 personas, las que recibieron el apoyo de Consolata Intergentes, equipo misionero integrado por profesores de los colegios del IMC Argentina, Pablo VI y Nuestra Señora de la Consolata, de Córdoba y Mendoza respectivamente.
El padre Thomas Ishengoma, IMC, ha dado un paso más en su misión en la iglesia San Miguel de Yuto, al convocar a un grupo de profesores de los colegios IMC de Argentina para colaborar con la formación de agentes de pastoral de Yuto, Vinalito, Caimancito, El Talar y Bananal. “Estas herramientas son urgentes – expresa padre Ishengoma – en mayo se quitó la vida una joven de 16 años de Bananal, la semana pasada, una joven trans de 33 años, esta semana, un niño intentó suicidio con sobredosis de pastillas. Se necesita fortalecer la comunidad para mirar los odios y rencores con otra perspectiva”.
El equipo de educadores de Intergentes, han vivido en primera persona la experiencia transformadora del programa Prácticas Restaurativas completando una nueva etapa de formación. En esta oportunidad, los profesores Nilda Guarini, Natalia Cañamero, Fernanda Martinez, Lucio Tortosa, Gabriela Zinmino, Sofía Tortosa y Celina Atencio comprometidos con la misión ad gentes, compartieron con los catequistas los conceptos fundamentales de Ética del Cuidado, Círculos restaurativos y Escuelas de Perdón y Reconciliación – ES.PE.RE.
La formación no sólo incluye subsidios teóricos, sino que se ensayan puestas en acción de las nuevas herramientas adquiridas. Los equipos parroquiales, al vivir la experiencia de ser facilitadores, comprenden en profundidad la importancia de un aprendizaje experiencial, convirtiendo este espacio, en un momento de construcción colectiva del conocimiento. Además, tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre sus propias vivencias personales, como lo demuestra el testimonio de R., una nueva tallerista de Yuto:
“Cuando el año pasado hice las ES.PE.RE yo sentía que era INCAPAZ de perdonar la ofensa que había recibido. Esa ofensa la compartí con toda mi familia, incluso con mi hija que estaba presente. Una vez comenzado el taller, sufrí mucho, sentí mucho dolor durante el proceso, pero me propuse tratar de lograr el PERDÓN a partir de la nueva mirada que me estaban ofreciendo. Me aferré al taller con el deseo de lograr mi objetivo. Este año, hace 15 días, mi ofensor me envió un mensaje de FELIZ CUMPLEAÑOS, Y cuando lo leí, me di cuenta que lo había perdonado, porque ese mensaje NO ME DOLIÓ y no me causó toda la sensación que siempre me ocasionaba. He perdonado. En el taller del año pasado, caractericé a mi ofensor con un CUBO, en cambio este año, en mi capacitación como facilitadora, lo caractericé como una FLECHA que simboliza que he dado un gran paso. Ahora quiero compartir aprendizajes y descubrir nuevas facetas de en mi tarea pastoral”.
El fortalecimiento de los equipos de catequistas en esta región viene gestándose en Yuto desde hace 5 años, sembrando una semilla que promete crecer y dar frutos abundantes. Los catequistas, como nuevos embajadores de este programa, tienen la misión de compartir sus conocimientos y experiencias con otros miembros de la comunidad, generando un impacto duradero en la vida de niños, jóvenes y adultos.
Muy Consolata: ir a misionar y salir misionados
El espacio de construcción colectiva no sólo se agota en los equipos pastorales locales, sino que los profesores de los colegios IMC, al convivir y trabajar juntos a más de 1000 kilómetros de su hogar, inmersos en la alegría de la misión, se integran y comparten experiencias intercolegiales, reflexionando sobre mejoras y cambios en los propios programas que se aplican en los colegios IMC, ya que lo compartido a las comunidades locales de Yuto es parte de la propuesta formativa que se imparte en los Colegios Misioneros IMC de Argentina.
Más allá de las fronteras parroquiales
La iniciativa Prácticas Restaurativas trascendió las paredes de la parroquia San Miguel, llegando a dos colegios de la zona, el Comercial y el de Minas, ampliando el alcance y fortaleciendo la red de instituciones comprometidas con mejorar la vida de las personas.
Para los 150 jóvenes de Yuto, el taller ES.PE.RE. fue una experiencia reveladora. Inicialmente sorprendidos por la propuesta, gradualmente fueron interiorizando los conceptos y descubriendo su relevancia para sus vidas. Este proceso de transformación los llevó a desarrollar una mayor conciencia de sí mismos, de su entorno, les permitió desarrollar habilidades de reflexión y autoconocimiento. “Me ayudó a sentirme bien, a encontrar paz, a comprender”, “Me siento tranquilo, reconfortado, me ayudó a ver las cosas de otra manera”, son algunos de los testimonios que nos han regalado los jóvenes de las escuelas visitadas.
“La misión se ofrece como oportunidad de crear y fortalecer lazos fraternos , de disfrutar el compromiso compartido, y de vivir de una manera rica y plena el carisma de los Misioneros de la Consolata”, concluye la Prof. Gaby Zinmino.
* Celina Atencio y Diana Sosa, profesoras del Colegio Consolata IMC, Mendoza, Argentina
