Actitudes misioneras según el Beato José Allamano (1)

José Allamano, padre y maestro de misioneros/as

El Fundador de los Misioneros y Misionas de la Consolata, José Allamano, propuso algunas actitudes válidas para sus discípulos y todos los misioneros en todas las latitudes. Las presentaremos aquí en dos capítulos

P. Ssimbwa Lawrence IMC*

Una actitud, se puede definir como la manifestación de un estado de ánimo o una tendencia a actuar de un modo determinado. Siempre las actitudes son alcanzadas y aprendidas a lo largo de la vida y adquieren una dirección hacia un determinado fin. El misionero debe tener algunas actitudes que le caracterizan en la vivencia de la vocación misionera. Teniendo en cuenta lo anterior, el beato José Allamano propuso algunas que cada misionero y misionera de la Consolata debe tener.

Pasión misionera

La pasión misionera es sinónimo de ardor misionero o celo apostólico. Es el espíritu propio de un evangelizador y la característica propia de la nueva evangelización. De hecho, la evangelización es nueva por la pasión misionera de los evangelizadores. Es importante notar que la palabra ardor tiene que ver con quemar o arder. En este sentido, el ardor misionero es quemarse por Dios y eso significa estar apasionado completamente por Él y por su causa en el mundo. Por eso, el ardor misionero debe ser al estilo del que devoraba a Jesús; el ardor por el Padre, por la gloria del Padre en la salvación integral de los hombres.

El beato José Allamano era un misionero totalmente apasionado por la causa de Dios, y la extensión de su reino a los lugares donde era desconocido. Según él, quienes son misioneros y misioneras deben poseer la pasión misionera como su carácter. Dice él al respecto: “el ardor apostólico es el carácter propio del misionero y de la misionera. No se va a las misiones por capricho, o por turismo, sino únicamente por amor a Dios, que es inseparable del amor al prójimo. Por lo tanto, no sólo como cristianos, sino también, y mucho más, como misioneros, tenemos el compromiso de buscar la gloria de Dios colaborando en la salvación de las almas” (Así los quiero, p. 173). La pasión misionera surge de la convicción de que, el misionero y la misionera son colaboradores de Dios en su plan de salvación. Son instrumentos de Él y actúan en nombre de Él. Ser colaboradores de Dios significa que Dios se sirve de las personas para llevar a cabo su obra redentora en el mundo.

Benedetta Savio, maestra de José Allamano en la escuela primaria, en Castelnuevo de Asti

Energía y constancia

La energía, actitud propia del evangelizador, evita los desánimos cuando los resultados esperados son escasos. Al respecto dice el beato José Allamano: “Más trabajo hay, más se trabaja; pero hay que trabajar con energía, que es característica del misionero. Un verdadero misionero y una verdadera misionera saben duplicar las fuerzas. Si somos activos, siempre tendremos tiempo para todo y hasta de sobra” (Así los quiero, p. 179). La energía misionera debe acompañarse con la fortaleza, pues el misionero y la misionera necesitan un alto grado de fortaleza: “¡El fin del Instituto es formar misioneros y misioneras heroicos! No hay infelicidad mayor que vivir en comunidad tibiamente. El Señor no favorece la pereza. ¡En el camino de la perfección no debemos arrastrarnos débilmente, sino con energía!” (Así los quiero, p. 181).

Asimismo, es propio del misionero tener la constancia como actitud. La constancia misionera del que José Allamano habla tiene que ver con la estabilidad. Al respecto afirma: “Cuando sabemos que debemos hacer una determinada cosa, hay que hacerla hasta el final. Hay que saber dominarse, para ser siempre estables. (…) debemos servir al Señor con fidelidad constante y energética. Para formar a un verdadero misionero, a una verdadera misionera, se necesita espíritu y voluntad, constancia indefectible y equilibrio de espíritu “(Así los quiero, p. 182). Para ello, un misionero sin energía y constancia rara vez podrá crear un impacto evangelizador.

* P. Ssimbwa Lawrence es misionero de la Consolata, de Uganda – Africa, en Colombia