El barco hospital llegó a la comunidad de Nabasanuka, este martes 16 de abril, para atender nuevos casos de una rara enfermedad que hasta el día 19 de abril causó la muerte de más de 20 indígenas warao, la mayoría de ellos niños entre 4 y 12 años.
Por Jaime C. Patias *
Todas las víctimas presentan síntomas similares como fiebre, dolor de cabeza y en el cuello, convulsiones e opresión en el pecho.
La “Barcaza” había sido prometida por la gobernadora del estado Delta Amacuro, Lizeta Hernández, en rueda de prensa este lunes 15 de abril cuando se refirió a esta situación sanitaria. También llegó a Tucupita, la capital del estado, una comisión formada por el viceministro de salud y por algunos médicos epidemiólogos con el fin de hacer un diagnóstico y poder frenar esta patología.
En un mensaje que compartió por redes sociales el misionero de la Consolata, padre Andrés agradeció estas diligencias gubernamentales, señalando que se dio un gran paso, y al mismo tiempo hizo un llamado urgente para acelerar el ritmo de atención puesto que “seguimos contrarreloj, porque la enfermedad sigue haciendo víctimas y muy rápidamente”.
Por otro lado, la gobernadora Lizete Hernández precisó, este miércoles 17 de abril, que las muertes de los niños warao en las comunidades Sakoinoko, Yorinanoko y Mukoboina, que comenzaron a registrarse en la primera semana de este mes, habrían sido controladas. “Gracias a Dios contabilizamos tres días consecutivos sin fallecimientos”, dijo la mandataria y reveló que los tratamientos aplicados han mostrado efectividad.
No obstante, aclaró que aún desconocen de qué patología se trata, por lo que varias muestras han sido enviadas a laboratorios en la ciudad de Caracas y, “una vez que lleguen los resultados, informaremos debidamente”.
La rara enfermedad sigue matando, dicen las familias
La gobernadora asegura que “la situación fue controlada” pero según informaciones enviadas por las familias de Mukoboina y Jokorinoko la rara enfermedad sigue matando. En un mensaje publicado el jueves 18 de abril en una red social y confirmado telefónicamente por el padre Andrés García desde España y por el padre Vilson Jochem, que se encuentra en Nabasanuka, por lo menos dos niños murieron el día 16 y otros tres niños y un joven el día 17 de abril.
“Somos una sola familia, todos somos primos, hermanos, el gozo de un warao es nuestro gozo y su dolor es el dolor de todos. Es duro ver morir uno, tres niños, ahora un joven, cada día, sin saber qué está pasando”, escribe el padre Andrés García en su publicación en español y en la lengua warao. También agradece a Dios, “por haber permitido la presencia de las autoridades civiles y sanitarias en Mukoboina y en Tucupita, apoyados por los organismos humanitarios que se están moviendo para dar respuesta a esta emergencia que tanto dolor está provocando en nuestras familias”.
El misionero invita a permanecer unidos y en oración. “En estos días difíciles debemos estar unidos, orar unos por otros y con los otros, y hacer que nuestra oración se vuelva vida, compromiso, ayuda. Oremos como hermanos reconciliados y llenos de confianza y esperanza en Cristo Jesús, nuestro Señor, vencedor del mal y de la muerte. También hemos de invocar la ayuda de nuestros abuelos, nuestros antepasados, que ya están en nuestra casa del cielo, de donde vinimos”.
Las causas de la enfermedad
Según el padre Andrés, los médicos comunican poco, aunque alguno, extraoficialmente, hablaba de posible cepa de meningitis. En situaciones como esta, es importante conocer las causas de la enfermedad para informar a la población sobre las medidas sanitarias adecuadas para evitar su propagación. “Por eso debemos estar dispuestos a colaborar en todo, informarnos sobre los hábitos higiénicos y otros, que debemos seguir para evitar los contagios; informarnos sobre cómo acompañar a los enfermos y a sus familiares, cómo llorar a los difuntos y cómo enterrarlos”.
Hasta ahora, las comunidades afectadas son Mukoboina y Jokorinoko, pero muchas familias se están desplazando a Siawani, huyendo de la enfermedad e de la muerte, con riesgo de contagiar a otras poblaciones. Lo que preocupa es el retraso en la obtención de los resultados de los análisis de las muestras recolectadas y enviadas al laboratorio en Caracas, la capital del País.
Las organizaciones humanitarias que trabajan en el territorio ayudan en lo posible al gobierno en su trabajo para hacer frente a la situación.
Temor a una nueva ola de muertes similar al 2008
La zona de incidencia está ubicada dentro de una selva muy espesa, a ocho horas de navegación de Tucupita. Este caso despierta temores de una nueva ocurrencia de decesos repentinos tal como ocurrió en el año 2008 cuando 39 warao, entre adultos, jóvenes y niños, murieron por una rara patología que también desembocaba en una muerte rápida.
En aquella oportunidad se trasladó una comisión de la dirección de salud del estado Delta Amacuro e investigadores del ministerio de salud, que recolectaron muestras de sangre y esputo, pero los resultados de laboratorio no han sido conocidos hasta la fecha.
* Padre Jaime C. Patias, IMC, Secretariado para la Comunicación.