En cada rincón del mundo, el año nuevo es celebrado siempre con mucho ahínco y recibido con alegría y entusiasmo. En esa celebración cada pueblo se expresa de acuerdo a los parámetros de sus costumbres y culturas.
Por Lawrence Ssimbwa *
La alegría del fin del año ayuda ciertamente a comenzar bien el año nuevo y también sobre eso José Allamano nos da indicaciones útiles a propósito de como celebrar.
Un momento para dar gracias al Señor
Dice san Pablo “estén siempre alegres, oren sin cesar y den gracias a Dios en toda ocasión; ésta es, por voluntad de Dios, su vocación de cristianos” (1 Tes 5,16-18). Darle gracias al Señor por el buen inicio del camino de 365 días que componen el año es también reconocer que todo depende de Él y que Dios sigue siendo el Protagonista de la historia del mundo. José Allamano dice: “Esperemos llegar al final de este año agradeciéndoselo, así como ayer por la noche le hemos agradecido el año que pasó” (Los quiero así 64).
Un momento para empezar con energía
El nuevo año es un nuevo comienzo y un nuevo amanecer pero hay que iniciarlo con energía y entusiasmo. Al respecto aclara José Allamano: “Empecemos el año con energía y de igual modo todos los días, cada
momento, sin desanimarnos nunca (…) este es el espíritu con el que tenemos que emprender el nuevo año” (Los quiero así n. 64). Iniciar el nuevo año con energía permite proyectar bien el camino pastoral de cada misión, evaluar y discernir el quehacer misionero y hace que el misionero se comprometa de lleno en la misión evangelizadora que está llamado a realizar con fidelidad.
Un momento para pensar en el presente
El nuevo año es una oportunidad para pensar en el tiempo presente. Aunque no dejemos de pensar en el pasado la celebración del nuevo año nos ayuda a hacer una proyección clara de cómo navegar el nuevo exitosamente. “No pensemos más en el pasado; el presente está en nuestras manos. Todos y todas llenos de buena voluntad” (Los quiero así 64). Pensar en el presente implica estar muy atentos a la voz de Dios que nos habla en cada de nuestra historia; interpretar los signos de lo tiempos.
Un momento para pensar en nuestro comportamiento
El nuevo año es momento oportuno para pensar en nuestros comportamientos. Acerca de eso dice José Allamano: “En este nuevo año es necesario que nos comportemos como si fuera el último de nuestra vida. Si estuviéramos convencidos de esto, haríamos todo con más voluntad.” (Los quiero así 64). Se trata entonces de hacerse estas preguntas: ¿Cómo me comporté el año pasado? ¿cómo voy a comportarme en este nuevo año? ¿en qué área de mi vida tengo que mejorar? ¿cómo está mi relación con Dios y el prójimo? ¿qué hay que mejorar en el año nuevo? La reflexión acerca de estas preguntas, bien sea personal o comunitaria, permite avanzar en los compromisos presentes y futuros.
Un momento para hacer un examen preventivo
El beato José Allamano nos invita a emprender el nuevo año con un examen preventivo: “Miren el año que tienen por delante y hagan un examen preventivo. Como lo hacemos cada mañana frente a la jornada, lo mismo debemos hacer con respecto a todo el año” (Los quiero así 64). El examen preventivo nos ayuda a pensar y ordenar las actividades que se piensan realizar en el nuevo año y nos ayuda a identificarnos con la voluntad de Dios.
Un momento de bendición
El año nuevo traer consigo muchas bendiciones de Dios. Por eso José Allamano afirma: “¡Que el nuevo año sea un año con tantas bendiciones, para nuestros Institutos, para las misiones, para los misioneros y las misioneras!” (Así los quiero 64). Agradeciendo las bendiciones recibidas “Tratemos de pasar este nuevo año lo mejor posible; si habrá debilidades, tratemos de repararlas enseguida; que no haya ningún día inútil” (Los quiero así 64)
Como misioneros y misioneras de la Consolata, pidamos a la Virgen y el Beato José Allamano que nos acompañen con su divina intercesión en el año 2024.
* Padre Lawrence Ssimbwa, IMC, trabaja en Buenaventura, Colombia.