Con motivo de animar, reavivar y fomentar el ardor y el espíritu misionero, durante la Visita Canónica se realizó, el día 10 de diciembre, un encuentro de las comunidades de Laicos Misioneros de la Consolata (LMC) en Venezuela.
Por Desiree Caroline Guzmán
En un primer momento Wilfer Ramírez, coordinador de los LMC en Venezuela, mostró ante todos el trabajo que se viene realizando en el Laicado, exponiendo lo que es ser Laico de la Consolata. “Es un cristiano que ha sentido la llamada de Cristo, para ser testigo de su amor en el mundo”, explicó.
Participaron de la reunión con los padres IMC que vinieron de Roma, James Lengarin, vice Superior General y Jaime C. Patias, Consejero General para América, las comunidades LMC de Barquisimeto – Acarigua, y la de Caracas, acompañados por el Superior de la Delegación de Venezuela, el Padres Nebyu Elías, en el marco de la clausura de la celebración de los 50 años de presencia de la congregación en estas tierras de misión.
En medio de los desafíos que presenta actualmente el Laicado por la situación en que vive el país, agravada por la pandemia de coronavirus, las distancias para reunirse presencialmente, sentirse acompañados por los padres IMC y las hermanas MC, se ve con buenos ojos el ánimo y la disposición de seguir avanzando y creciendo. “Luego que uno entra en la misión, ya no quieres salir de ella”, afirmó Wilfer Ramírez, LMC que ya estvo en misión en Mozambique. “Es por ello que siguimos apostando y creyendo en la misión desde el Laicado”.
Los padres James Lengarin y Jaime C. Patias nos motivaron con palabras de ánimo, consuelo y apoyo para seguir con el trabajo misionero, subrayando algunos aspectos que quedan latiendo en nuestros corazones: “Los Laicos de la Consolata deben seguir caminando juntos. Deben ir realizando pequeños pasos que lleve a un camino de vida. Cuidar ara no abandonar la formación misionera permanente”. El vice Superior General destacó que, “los LMC en Venezuela son una referencia en la misión. Hay vida y misión en Venezuela. Animo y coraje para seguir en el camino laical”, dijo.
En este sentido, la pareja venezolana de LMC, José Luis Andrades y Reyna Roa, ya vivió en el pasado, intensos años de misión en la República Democrática del Congo. Wilfer Ramírez estuvo en Mozambique. Son los LMC de Venezuela que han preparado el camino a los más jóvenes que ahora entran en las comunidades.
Padre Jaime C. Patias habló de la necesidad de “no perder de vista la identidad misionera. Revitaliza l carisma ad gentes con envío de LMC para la misión dentro y fuera de Venezuela”. Felicitó las dos LMC, Orla Gil y Efrenny Chirinos que fueron enviadas parra Tucupita. La fe, el carisma y la profesión de cada uno se vinculan para servir a Dios en las diversas realidades de la misión.
Culminamos nuestro encuentro agradeciendo a Dios, al Beato Allamano y a la Virgen Consolata por este tiempo de gracia que nos permitió reunir después de mucho tiempo. Que Dios siga sosteniendo las comunidades LMC y esta grande familia misionera Consolata.
* Desire Caroline Guzmán es LMC de la comunidad de Acarigua-Araure en Venezuela.
