Familias de refugiados afganos llegan a Italia con la ayuda del gobierno italiano y son acogidas por congregaciones religiosas.
“Poder acoger a dos familias de refugiados afganos representa para nosotros el mayor regalo que podíamos recibir: es como tener a Jesús aquí. Le recibimos, le cuidamos, es nuestro invitado de honor. Al llegar estaban cansados, sufriendo: en los cuatro días que llevaban intentando escapar habían luchado contra el miedo, el hambre y el frío. No podían lavarse y no tenían ropa, porque tuvieron que escapar sin poder llevarse nada. Ahora, sin embargo, están relajados, felices, disfrutan de todo y se sienten seguros. Hace unos días, uno de ellos nos dijo que se sentía como en el paraíso. Así lo ha declarado a la Agencia Fides la hermana Gloria López, religiosa de las Hermanas Misioneras de la Consolata en Nepi.
La congregación, al igual que otros institutos religiosos en Italia, desde mediados de agosto, cuando la crisis en Afganistán alcanzó su punto álgido, no dudó en abrir las puertas de su casa y acoger a dos familias afganas, que tuvieron que huir por haber colaborado con una asociación católica italiana que trabaja en Kabul en la educación de niños discapacitados.
En total son once personas -cuatro adultos y sus siete hijos- que han sido acogidas calurosamente, también por los habitantes de Nepi, en la provincia del Lacio.
“La gente sigue donando ropa, alimentos, ofertas de todo tipo. También contamos con profesionales que ofrecen sus servicios de forma gratuita, como profesores de italiano, un dentista y un peluquero. Cada uno hace o aporta lo que puede. Toda esta ayuda es para nosotros una maravilla, un regalo, y al mismo tiempo nos da la posibilidad de hacer apostolado entre los habitantes de la región, ahora que nos visitan tan a menudo para dejar sus ofrendas”.
La acogida ha permitido a los refugiados empezar una nueva vida en un país extranjero, con confianza y esperanza en el futuro.
“Recibimos tanto apoyo todos los días y nos sentimos tan afortunados de estar aquí que esto nos hace confiar en el mañana”, dice uno de ellos a la Agencia Fides, y añade: “Veo muchos cambios en nosotros mismos, por ejemplo, puedo ver la sonrisa en la cara de mis hijos: es una sonrisa de verdad, y siento que ahora están por fin felices y serenos. Tenemos una nueva vida y podemos decir que hemos renacido. Antes del regreso de los talibanes, llevábamos una vida tranquila, pero cuando se anunció la fecha oficial de retirada, junio de 2021, sabíamos que la situación se agravaría. Cuando recibimos la noticia de que íbamos a ser evacuados por el gobierno italiano, volvimos a ver la luz en el momento más oscuro y difícil de nuestras vidas”.
Fuente: Agencia Fides portugués – Traducci´ón: Equipo Consolata América