Este domingo, 18 de octubre, la Iglesia celebra el Día Mundial de las Misiones. Con la celebración de un mes dedicado a la misión, la Iglesia Católica busca despertar el Espíritu Misionero en todos los fieles, con gestos de solidaridad con más de 200.000 misioneros que dan su vida por el anuncio del Evangelio en el mundo.
Por Julio Caldeira *
El “Día Mundial de las Misiones” fue instituido por el Papa Pío XI en 1926 como un día especial de oración y cooperación misionera para la evangelización de los pueblos a través del recogimiento misionero en todas las comunidades, parroquias y diócesis del mundo. Recordemos que son pocos los misioneros que se van, pero toda la comunidad es responsable de la misión universal. Esta Jornada se celebra siempre en el penúltimo domingo de octubre.
Despertar el espíritu misionero
También recuerda el compromiso misionero de todos los bautizados unidos en la oración, el sacrificio y la ayuda económica para las misiones, dedicando su tiempo al encuentro de sus hermanos y hermanas en todos los ambientes, y renovando la llamada de Jesús a los jóvenes para que le sigan en la vocación misionera ad gentes.
El Papa Pablo VI fue uno de los grandes promotores de la Evangelización de los Pueblos, recordando que la Jornada Misionera Mundial “fue una brillante intuición en la vida de la Iglesia, una oportunidad para hacer sentir la vocación misionera de la Iglesia a nuestros hermanos obispos, al clero, a los religiosos y religiosas y a todos los católicos; una ayuda insustituible para las misiones; un estímulo para la fe tanto de las Iglesias de muchos siglos de fundación como de las Iglesias jóvenes: una gran jornada de catolicidad”.
En este mes se busca recordar los signos de esperanza a través de las muchas vidas entregadas al servicio de los hermanos más necesitados, con el fin de crear una mayor conciencia misionera en todos los bautizados y en toda la Iglesia.
Misión en medio a la pandemia.
En el contexto actual de la pandemia que estamos viviendo, es realmente importante pensar en nuestra tarea de ser misioneros en tantos contextos en los que los pobres son los más vulnerables y los que sufren las consecuencias de esta situación a todos los niveles. Al decir que “la vida es misión”, debemos recordar la misión de trabajar, como lo hizo Jesús, para que nuestros pueblos “tengan vida, y vida en abundancia” (Jn 10:10), que los pueblos indígenas andinos han plasmado en el gran ideal del “Sumak Kawsay”, el gran proyecto del “buen vivir”.
La invitación de Jesús y el gran desafío que tenemos como misioneros y como toda la Iglesia de ser signos de vida y esperanza, con una presencia real y efectiva donde la vida está más amenazada, como lo es, por ejemplo, en tantas realidades de la Amazonia, y con todos los pueblos de nuestras realidades urbanas donde la vida está más amenazada.
Ser un discípulo misionero es ser enviado por el mismo Jesús, que nos presenta todas las recomendaciones sobre cómo vivir, actuar y anunciar el Evangelio. Según el Papa Benedicto XVI, “el discípulo, fundado en la roca de la Palabra de Dios, se siente impulsado a llevar la Buena Nueva de la salvación a sus hermanos y hermanas. El discipulado y la misión son dos caras de la misma moneda: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de proclamar al mundo que sólo él salva (Hechos 4:12). De hecho, el discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, ni esperanza, ni amor, ni futuro”.
Que caminemos a la luz de la invitación de Jesús a “ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura” (Mc 16, 15), haciendo un camino de discernimiento y construyendo puentes para asegurar que el proyecto del Reino de Dios se cumpla entre todos los pueblos, teniendo en cuenta que la misión es responsabilidad de todos los bautizados y bautismos.
Lea aquí el Mensaje del Papa Francisco
Colecta misionera: Domund
Este fin de semana, 17 y 18 de octubre, es realizada en todas las comunidades del mundo la Colecta misionera, conocida como Domund. Estas son enviadas a las Obras Misionales Pontificias (OMP), que las repasan al Fondo Universal de Solidaridad para apoyar proyectos misioneros en todo el mundo. Para más informaciones, consulte a su parroquia.
* P. Júlio Caldeira imc, es Director de Comunicaciones de la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM).