Obtener orientaciones para fortalecer la misión pastoral de la Iglesia en Colombia. Con este fin, los obispos, Mons. Francisco Múnera Correa, Mons. Gabriel Ángel Villa Vahos y Mons. Germán Medina Acosta, respectivamente Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), estuvieron en Roma del 18 al 24 de febrero.
Por Jaime C. Patias *
En el Vaticano, los obispos mantuvieron reuniones en diversos dicasterios y organismos de la Curia Romana. También estaba prevista una audiencia con el Papa Francisco, pero no fue posible debido al estado de salud del Santo Padre, hospitalizado en el Hospital Gemelli desde el 12 de febrero.
«La Iglesia que camina en Colombia es una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa», afirmó Mons. Francisco Múnera, IMC, en una entrevista concedida a la Oficina de Comunicación IMC que publicamos en el vídeo de la serie “Jubileo en el mundo”.
En su mensaje, el misionero de la Consolata y arzobispo de Cartagena dijo: «Queremos ser una Iglesia que lleva y siembra esperanza, que no se deja desanimar por voces pesimistas que nos llevan al desánimo. Queremos ser una Iglesia que genere signos concretos de misericordia, especialmente para las personas en situación de pobreza y necesidad, como dice el Papa Francisco en este año jubilar. Queremos ser una Iglesia misionera, una Iglesia en salida, como nos propuso el Congreso Misionero centenario en el año 2024”.
Vea también el mensaje de Mons. Germán Medina Acosta, obispo de Engativá
Peregrinos de la esperanza
“En este Año Santo -continúa Mons. Francisco Múnera- en Colombia caminamos como peregrinos de la esperanza, como hombres y mujeres que se ponen en camino, que salen de sí mismos para recorrer con el corazón, la mente y los pies los caminos del mundo, las fronteras lejanas. Dispuestos a salir al encuentro de los demás y a crear espacios de reconciliación, para sanar vidas y fortalecer relaciones. Somos peregrinos de esperanza que llevamos la bondad y la misericordia de Dios a todos los que más lo necesitan, como nos recuerda el Papa: los enfermos, los ancianos, los emigrantes, los jóvenes y quienes necesitan una palabra de aliento y esperanza”, afirmó.
El obispo recordó que el Jubileo es también “una oportunidad para recibir la indulgencia plenaria y el perdón de los pecados por la misericordia de Dios y para establecer nuevas relaciones con nuestros hermanos y hermanas, y con toda la creación. Ser hombres y mujeres reconciliados para llevar esperanza”.
Mensaje a la Familia de la Consolata
Una vez más, “damos gracias a Dios por este inmenso don de la canonización de nuestro santo Fundador. Es un don que la Iglesia nos ha hecho y al mismo tiempo un compromiso para todos nosotros de seguir las huellas que nuestro Padre nos dejó: caminar hacia la santidad y servir a la Iglesia en toda su dimensión misionera”.
Ser hombres y mujeres que anuncian el Evangelio a todos los pueblos y a todas las culturas, rompiendo todas las barreras y todos los bloques culturales y nacionalistas, todos los prejuicios, con el deseo de construir la fraternidad universal a la que nos invita el Papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti, abrazando también la Creación, nuestra casa común. Llevar el Evangelio y la misión ad gentes bajo el signo de la consolación. Para “anunciar la gloria de Dios a todas las naciones y a todos los pueblos, como nos invita María en el maravilloso texto que San José Allamano nos ofrece del profeta Isaías.
Pongámonos al servicio de la misión ad gentes, estemos donde estemos, tengamos un corazón universal y misionero. Sintamos esta gran pasión que San José Allamano nos regala desde el Santuario de la Consolata: amor eucarístico, amor a María y pasión por la misión”, concluye el Obispo de Cartagena.
* Padre Jaime C. Patias, IMC, Oficina de Comunicación Roma.
Mons. Gabriel Ángel Villa Vahos, Arzobispo de Tunja, hace un resumen de la visita
