«Alabo, bendigo y glorifico a Dios por este momento tan importante que estamos viviendo en la Iglesia con el reconocimiento de los nuevos santos y de forma muy particular de San José Allamano», dice el arzobispo de Porto Velho, Rondônia, en la Amazonia brasileña, monseñor Roque Paloschi.
Por Jaime C. Patias *
Originario de Lajeado, Estado de Rio Grande do Sul, el obispo siempre se ha identificado con el carisma transmitido por San José Allamano y como sacerdote diocesano ha estado en las misiones de Mozambique (África) y en Roraima, diócesis de la que fue obispo entre 2005 y 2015. En este vidéo producido por la Secretaría General para la Comunicación en Roma, Mons. Roque destaca las principales características del nuevo santo.
«A partir de esta constatación de que el Evangelio debía ser conocido por todos los pueblos y naciones (Allamano) fundó los institutos misioneros de la Consolata, masculino y femenino, y envió misioneros a los pueblos ad-gentes, también ha sido para nosotros en Brasil, de manera muy particular en Roraima, donde trabajé, una presencia profética con los pueblos originarios, con los pueblos indígenas. El amor de Dios se manifiesta, la gracia de Dios se manifiesta en todos los sentidos y creemos también, como señaló el Sínodo para la Amazonia, que la Amazonia es el lugar donde Dios se manifiesta y el reconocimiento del milagro que le sucedió al entonces joven Sorino del pueblo Yanomami en medio de la selva, es la manifestación de la ternura y de la bondad de Dios, que también se ha hecho presente en el cuidado y el celo de los misioneros y misioneras hacia estos pueblos muchas veces explotados, despreciados y maltratados.»
Mons. Roque Paloschi lleva años comprometido con la defensa del medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas.
Entre 2015 y 2023, fue presidente del Consejo Indigenista Misionero (CIMI) y en muchas ocasiones unió su voz a la de líderes como Davi Kopenawa, Raoni Metuktire, Júlio Ye’Kwana, Sonia Guajajara, Joênia Whapichana, entre otros, para denunciar la violación de derechos, la invasión de territorios y la persecución que vienen sufriendo estos pueblos originarios por parte de ganaderos, mineros y madereros. En 2022, el obispo sufrió varios ataques en represalia por sus denuncias.
«Que Dios sea alabado y que el testimonio de San José Allamano nos ayude a engrandecer nuestros corazones y a vivir, sobre todo, la alegría de una Iglesia en salida, una Iglesia que acoge, una Iglesia que sirve, una Iglesia comprometida con el cuidado de toda la creación», concluyó el obispo.
* Padre Jaime C. Patias, IMC, Consolata News, Roma.