II Seminario Internacional Warao: 10 años de diáspora a Brasil

Participantes do Seminário na UFRR. Fotos: Juan Carlos Greco

Una de las opciones pastorales de los Misioneros de la Consolata en Venezuela, desde 2006, es el acompañamiento de los indígenas warao en el Vicariato de Tucupita, Departamento del Delta Amacuro. En busca de mejores condiciones de vida, en los últimos años, muchas familias warao, así como cerca de 7 millones de venezolanos, migraron hacia varios países de la región incluso al Brasil.

Por Redacción *

La Universidad Federal de Roraima (UFRR), en Boa Vista, acogió los días 04 al 07 de junio de 2024, el “II Seminario Internacional Warao: 10 años de diáspora a Brasil” con la participación de entorno a un centenar de personas para intercambiar, debatir y reflexionar sobre la migración warao.

El encuentro tuvo como objetivo analizar la trayectoria diaspórica del grupo a lo largo de este período y proporcionar a los profesionales de las más diversas áreas del conocimiento una visión más profunda de la situación migratoria de los Warao en Brasil. En esta edición, albergados por la ciudad de Boa Vista, se contó también con la participación de los indígenas Kari’ña, Tuarepang y otras etnias de Venezuela que emigraron a Brasil en menor número.

El padre Juan Carlos Greco con representantes del pueblo warao

“El Seminario proporcionó herramientas empíricas para una mejor comprensión del fenómeno que inició una década atrás, comenzando en Roraima y desde Amazonas se extendió por todo el país en busca de mejores condiciones de vida”, explica el padre Juan Carlos Greco, misionero de la Consolata que trabaja con los migrantes en Boa Vista. “Este evento fue impulsado principalmente por las Universidades Federales y otros organismos que actúan sobre todo en el marco académico”.

Intercambio para el cambio…

Considerando que cada estado de Brasil tiene situaciones de políticas públicas diferentes, este intercambio de experiencias fue y seguirá siendo fundamental para orientar las acciones en cada unidad federativa, así como las investigaciones en curso.

“El evento fortalecerá, tanto desde el punto de vista teórico como metodológico, a todos los profesionales participantes que vienen trabajando en el tema desde que los warao llegaron a sus estados”, dijo el padre Juan Carlos Greco, misionero argentino que participó, no en carácter de invitado sino como estudiante. En la evaluación del encuentro el personal la califica como buena. “Hay muchos aspectos positivos y varios para mejor”, dice Juan Carlos recordando la frase de mons. Helder Camara, cuando afirmaba que “nadie miente, sino que cada uno cuenta su verdad”. El misionero explica que muchas verdades no se encontraban en un mismo camino-sentido y lamenta que tanto los académicos como los warao terminaron el Seminario sin lanzar una carta o documento final.

Para conocer más…

Más informaciones sobre la primera edición Seminario fue en el año 2020, en la modalidad online y se puede seguir aún vía You Tube.

Homenaje a padre Josiah K’Okal

En la apertura al Seminario se hizo un homenaje al padre Josiah K´Okal, misionero de la Consolata keniano fallecido el día 01 de enero 2024 en Tucupita, quien en vida participó de la primera edición del evento. A través de un video que reunía parte de sus varios mensajes publicadas en el YouTube se recordó su pensamiento sobre el pueblo warao y la riqueza de su cultura.

Padre Josiah K´Okal, misionero de la Consolata (1969-2024)

Posteriormente la profesora venezolana, Jenny González remarcó algunos aspectos de la personalidad de este misionero y de como ella lo conoció en los caños del Delta Amacuro donde viven los warao. Este fue un sentido y apropiado momento que iluminó perfectamente la apertura del Seminario.

Nacido en Kenia el 7 de septiembre de 1969, después de un período inicial de formación en Kenia y luego en Inglaterra, K’Okal fue ordenado sacerdote el 9 de agosto de 1997 y, ese mismo año, fue destinado por sus superiores a la obra misionera en Venezuela. En 2005, llegó al Vicariato Apostólico de Tucupita, en el Delta Amacuro, y dedicó su ministerio al pueblo warao.

Fue dado por desaparecido el 1 de enero de 2024 y su cuerpo sin vida fue encontrado al día siguiente en Boca de Guara, en el estado venezolano de Monagas. El misionero fue sepultado el 9 de enero en la iglesia parroquial de San José de Tucupita.

El pueblo warao
Comunidad Dani Consolata en Tucupita, Delta Amacuro. Foto: Jaime C. Patias

El pueblo indígena Warao cuenta con una población de unas 40 mil personas. Son el segundo grupo indígena más numeroso de Venezuela después de los Wayuu, distribuidos en los cuatro municipios del delta Amacuro, además de Monagas, Sucre y en otras ciudades del país. También a la ciudad de Tucupita llegan muchas familias que se termina asentando en la periferia; en los últimos años y en busca de mejores condiciones de vida, muchas familias migraron hacia varios países de la región incluso el Brasil.

En Venezuela, una de las opciones de los Misioneros de la Consolata es acompañar a los indígenas en la ciudad de Tucupita que tiene 75 mil habitantes y tan solo dos parroquias con cerca de 70 comunidades de las cuales 20 pobladas por indígenas Warao. A pesar de las condiciones precarias ellos buscan vivir el mensaje cristiano sin dejar de ser auténticos indígenas: reconocen y valorizan su identidad cultural, lengua, ritos y simbolismos.

* Redacción con informaciones del padre Juan Carlos Greco, IMC en Boa Vista, Roraima.

Comunidad warao em Tucupita, Venezoela. Foto: Jaime C. Patias
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